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Biografía Big Maybelle

Estados Unidos
Persona
01 May 1924 — 23 Ene 1972
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Biografía Big Maybelle

Big Maybelle nació como Mabel Louise Smith en Jackson, Tennessee, hacia 1920 (aunque otras versiones sitúan la fecha de su nacimiento algo más tarde, hacia el 1 de Mayo de 1924 ó 1925). A principios de los años 30, siendo todavía una niña, ya ganó un concurso amateur en Memphis y decidió que actuar era lo suyo. Siguiendo la costumbre, fue descubierta cantando en un coro parroquial. El legendario promotor, cazatalentos y bandleader de R&B, Dave Clark, estaba trabajando en Jackson a mediados de los años 30 y tenía la costumbre de frecuentar Iglesias locales en busca de potenciales cantantes. Lo recordaba muchos años después: «Ella tenía unos 15 años y tuve que hablar con su madre para que la dejara cantar con mi banda. La llevé conmigo al ‘Cotton Carnival’ en Memphis, y allí ganó el ‘Cotton Makers’ Jubilee Concert’… Estaba haciendo material como What A Diff’rence A Day Made”, “All Of Me” o “Some Day Sweetheart”. Era grande, exactamente igual que una niña…»

Cuando Clark disolvió su banda para dedicarse más de lleno a tareas de promoción, Mabel trabajó en una agrupación enteramente femenina, The Sweethearts of Rhythm Orchestra, que recorría el Sur a finales de la década, y que incluía a Tiny Davis, Jackie Glenn y Mattie Wilson. Sin embargo se volvió a reunir con Clark a principios de los 40, cuando se incorporó a la Christine Chatman Orchestra, de la que Dave era manager. Con la Chatman, que era una muy buena pianista, grabó sus primeros discos (cuando todavía se llamaba Mabel Smith), bajo la dirección musical de Wild Bill Moore, haciendo registros para Decca en 1944. Posteriormente se unió en giras a la banda de Tiny Bradshaw y su trabajo con él y con Oran ‘Hot Lips’ Page, le proporcionaron un par de apariciones discográficas en King hacia 1947, pero ninguno de ellos vendió en cantidades importantes y fue pronto eliminada del sello. Christine Chatman, por su parte, sería años después pianista de sesión en algunos de los temas de Hank Ballard & The Midnighters para King Records.

Al inicio de la nueva década Mabel Smith estaba actuando en solitario, pero las contrataciones eran esporádicas y las sesiones de grabación eran inexistentes. En una actuación con Jimmy Witherspoon en el Flame Show Bar de Detroit en 1952, la artista llamó la atención, y eso pronto dio frutos. Continuó trabajando como entertainer profesional, desarrollando su capacidad natural humorística, y amparándose en su poderosa forma de cantar. A principios de los 50 estaba trabajando en Covington (Kentucky) y allí fue ‘descubierta’ por el jefazo de Regal Records, Fred Mendelsohn: «Ernie Waits, que era disc-jockey en Cincinnati, me habló de ella… Estaba cantando en una sala de juego, un garito; en aquellos días se jugaba con dólares de plata, no con fichas o papel moneda, y Maybelle podía caminar alrededor del escenario y cantar “…don’t you wish your gal had great big legs like mine?” Entonces se levantaba la ropa y los fulanos y las damas sentados por donde pasaba colocaban dólares de plata en sus medias. Trabajaba por un salario de $5 por noche, pero podía llegar hasta los $100 con los extras. Me cautivaba… cantaba, hacía chistes… Entre canciones podía decir cosas alegres aunque siempre era un tanto descarada… Sabía sacar rendimiento a su talla».

Mendelsohn se la llevó a New York, convirtiéndose en su manager, y se ocupó de buscarle un contrato de grabación y de que obtuviera trabajo habitualmente. Lo logró casi inmediatamente firmando con OKeh, un sello subsidiario de la Columbia y especializado en música negra. Además, la compañía ocupó a Mendelsohn como productor. El arreglista independiente Leroy Kirkland fue convencido para hacerle los arreglos musicales, y Mabel y Leroy crearon un combo juntos. Maybelle ensayaba y actuaba en el Caravan Club de Bill Cook, donde impactaba a la audiencia e iba asentando el repertorio de su próxima sesión de grabación (todo a expensas de OKeh, que pagaba incluso los ensayos). Las cosas iban tan bien que Mendelsohn decidió probarla fuera, en un local más comprometido.

El Blue Mirror en Newark, New Jersey, era conocido por todos como ‘un gran pequeño club de R&B’, y en él la gente se apelotonaba todos los fines de semana. Sin embargo estaba muerto los demás días, tanto si había que pagar entrada, como si la admisión era libre. Maybelle fue contratada para actuar un lunes y actuó para un grupo de personas que se podían contar con los dedos de una mano. La noche siguiente congregó a una docena o poco más, pero fue tal el impacto que produjo, que por medio del boca-a-boca el miércoles y jueves acudieron varios cientos de aficionados. Mendelsohn lo recordaba: «Los viernes, sábados y domingos el club siempre contrataba a una gran estrella, y la estrella de esa semana era Billie Holiday. Añadieron una banda de música y una sobretasa de $2. Maybelline salió a la palestra y dejó medio muerto al público; era su público, la gente que desde el principio de la semana volvía para verla. Por supuesto, también a Billie Holiday. Pero Billie vio el escenario, vio a Maybelle cantando, miró a la audiencia y dijo: “Yo no puedo cantar después de que hayáis tenido a alguien como ‘ésa’ actuando”, y se puso su abrigo y se marchó. El manager volvió y ofreció a toda la gente el reembolso… pero nadie se marchó y nadie pidió la devolución de su dinero».

La primera sesión de grabación con OKeh tuvo lugar en Octubre de 1952 en New York, con una banda de estudio jalonada de estrellas como Sam ‘The Man’ Taylor (saxo tenor), Dave McRae (saxo barítono), Grachan Moncur (bajo) y Charlie Smith (batería). De ahí salió "Rain Down Rain", escrita por el prometedor compositor Lincoln Chase, y que fue publicada en OKeh #6931. El flip side era "The Gabbin' Blues". Esta primera sesión produciría el primer éxito de la carrera de Maybelle, "Gabbin Blues" (en el que fue auxiliada, animada e incitada por Rose Marie McCoy) . Este tema junto con "My Story" de Chuck Willis dieron como resultado el mejor mes para el sello ya que, por primera vez, disponía de dos top ten sellers en listas al mismo tiempo. Maybelle fue un éxito rotundo en sus actuaciones en vivo en Filadelfia, donde acudió primero para una semana en el Earle Theater junto a Willie Mabon, y después en nightclubs de la ciudad incluyendo el Pep's y el Emerson's cafe. Otro tema de los grabados ese día, “My Country Man”, se convertiría también en éxito rotundo, llegando al Top 5 de las listas R&B en 1953.

Al principio del nuevo año Maybelle apareció en un infrecuente doble cartel con Varetta Dillard en el Detroit's Flame Show Bar. A finales de Enero, Big Maybelle se embarcó en una gira de dos meses, casi siempre con actuaciones de una noche, por todo el Medio Oeste. Cuando esa gira finalizó, tomó parte en la "Broadway Revels" revue en el Howard Theater de Washington D. C. En Abril de 1953 Okeh publicó “Way Back Home” / I Just Want To Love” (#6955). Se puso de nuevo en la carretera en dirección al Medio Oeste con primera parada en Chicago con Errol Garner, y exhibiéndose durante una semana en el Orchid Room de Kansas City. Debido a lo que hoy se denomina ‘la regionalización de la música’ la grabación apenas vendió en el Este pero en el Medio Oeste y Tennessee, “Way Back Home” funcionó muy bien y también alcanzó el Top 10.

En Agosto "Send For Me" y "Jinny Mule" fueron publicados por OKeh Records (#6998). El Medio Oeste fue de nuevo lugar de acogida para "Jinny Mule" que vendió muy bien en Detroit, Cincinnati y St. Louis. En Noviembre, Big Maybelle fue una sensación en el Club Baby Grand de Harlem, apareciendo con The Wanderers. Como testimonio de la popularidad de Maybelle durante su primer año para OKeh, el magazine Cash Box la posicionó en el nº 3 como mejor intérprete femenina de R & B detrás de Faye Adams y Dinah Washington

Con tres hits consecutivos ya bajo su nombre definitivo, Big Maybelle, su reputación voló muy alto. A finales del 53 ya era una gran estrella, una sensación surgida de la noche a la mañana, trabajando sin parar en el circuito de clubs, en compañía de grupos como The Ravens, y formando parte del cartel habitual del teatro Apollo, donde su parloteo entre canción y canción, podía desencajar el local por completo. Como Mendelsohn contó posteriormente: «Se convirtió en una súper favorita del Apollo; una ocurrencia a la que ella acudía todo el tiempo era sobre un producto anunciado en radio, un detergente llamado ‘Duz’ y cuyo slogan era “Duz does it”. Maybelle lo usaba para decir: “Estoy haciendo comerciales para un nuevo detergente limpiador… llamado ‘Fug’ y si Duz no puede hacerlo, entonces ‘Fug it’!» [Tal y como nos imaginamos que hay que pronunciarlo, sonaría algo así como ‘¡jódelo!’].

No obstante, pese a semejante punto de partida, su permanencia con OKeh no le proporcionó más éxitos, aunque trabajase con músicos del calibre de Brownie McGhee o Mickey Baker, y con un constante flujo de calidad en sus grabaciones, incluyendo la versión original de Whole Lotta Shakin’ Goin’ On, con la que un año largo después Jerry Lee Lewis tuvo su fulgurante comienzo.

Mientras, su peso aumentó bastante y sus problemas con las drogas se habían exacerbado –lo que le ocasionó frecuentes encuentros con la Ley– y empezó a perder el tren de las giras, lo que le reportó una reputación de irrecuperable. Una oportunidad de participar en la gran pantalla también la perdió; tras la muerte de Hattie McDaniel (la primera mujer de color en ganar un Oscar por el mejor papel secundario en ‘Gone With The Wind’ / ‘Lo que el viento se llevó’, se sondeó a Maybelle –dotada de un don y de una carismática faceta de actriz– para hacer el papel de Hattie. Lisa y llanamente fracasó en la prueba para su intervención en el cine.

Cuando su contrato con OKeh expiró en 1956, después de dejar tras de sí temas como “Jinny Mule”, “One Monkey Don’t Stop No Show”, “Ocean Of Tears” o “I’m Getting Long All Right”, firmó con Savoy y obtuvo recompensa inmediatamente con “Candy” (1956), una maravillosa balada que llegó al #11 en las listas R&B. pero de nuevo, pese a una sucesión de excelentes discos predominantemente de blues, no consiguió otro éxito.

Por ello, a principios de los 60 se había convertido en algo triste, una figura medio olvidada. Pese a su exuberancia natural y su abierta forma de cantar, había fracasado a la hora de rentabilizarse en la época del rock’n’roll, y como el rhythm & blues estaba encaminándose hacia el soul, ella se encontraba fuera de lugar, sin decidirse sobre qué dirección tomar.

Se encontró con un contrato hasta 1962 cuando fichó por Brunswick, para quienes grabó un puñado de soberbios singles y un álbum. Sin embargo era material para clubs de categoría y cuando la repercusión comercial continuó eludiéndola, se trasladó de nuevo entrando a formar parte de Scepter Records en 1964.

Big Maybelle había tenido una vida devastada en todos los aspectos, y las drogas y los obstáculos sólo habían servido para hacer su canto más cansado, ardiente, vehemente, como lo evidenció su participación en el Newport Jazz Festival de 1958, que la contempló en algo parecido a su momento crítico y a su momento cumbre.

Siempre activa para animar a prometedores talentos, Maybelle había empleado a una joven Betty Harris a finales de los 50, que se ocupaba a la vez de doncella y como apertura de las actuaciones de Maybelle, haciendo ocasionalmente duetos con ella en el escenario.

El traslado a Scepter reavivó efectivamente su carrera por vez primera en muchos años. Se vio trabajando en un panorama musical contemporáneo, grabando material nuevo, tanto clásicos como espirituales. El grupo discográfico Wand / Scepter ya tenía un impresionante elenco de artistas como The Shirelles, Dionne Warwick, Chuck Jackson y Maxine Brown; ahí Maybelle tuvo oportunidad de trabajar con buen material, como dos excelentes canciones de Luther Dixon, “Oh Lord What Are You Doing To Me” / “The Same Old Story”, que fueron emparejadas para formar su primer single, aunque el siguiente, que contenía un maravilloso revival de “I Don’t Want To Cry” de Chuck Jackson (acompañado de “Yesterday Kisses”) fue su single más vendido en Scepter.

También un magnífico Lp, “The Soul of Big Maybelle” anunció su retorno en términos inequívocos y fue su álbum más vendido en años. Es interesante reseñar que los textos de ese Lp, escritos por George Woods –un D. J. de la WDAS de Filadelfia– insinuaban oscuramente sus problemas con las drogas: «…Big Maybelle es un alma problemática que ha conocido las profundidades de la depresión y de la agonía humana como pocos de nosotros la habremos conocido nunca. Ella ha llevado consigo todo el tiempo una carga tan grande que quienes la conocemos y sabemos su enorme lamento interior, nos asombramos de verla tan entera y tan dispuesta a mantener que ‘la función debe continuar’. Esto es lo que el productor Tony Bruno ha captado en los surcos: el llanto de una mujer que ha ‘pagado sus deudas’ en esta vida, y pagado, y pagado, y pagado de nuevo, y está todavía pagando…»

Después de grabar otro soberbio single para Port el siguiente año (1965) con “Let Me Go” / “No Better For You” (de Armstead y Simpson), se volvió a trasladar, esta vez al sello Rojac, donde procedió a desencadenar algunas de las más fascinantes grabaciones que pusiera jamás en circulación, notablemente el revival de James Brown, “It’s A Man’s, Man’s World”, acoplada con la asombrosa “Big Maybelle’s Blues”, y Don’t Pass me By” / “It’s Been Raining In My Heart”. Este último single la reinstaló en los R&B charts después de diez años de vacío, alcanzando el #27 en Noviembre de 1966. Ambos singles tuvieron la suficiente entidad como para que fueran adquiridos por Chess Records para ser distribuidos nacionalmente.

En Enero de 1967 Maybelle, sorprendentemente, colocó un tema en las listas nacionales; se trataba de su versión de “96 Tears” de Question Mark & The Misterians, un clásico del rock de garage (#96 en el pop chart y #23 R&B), lo que pavimentó el camino para el álbum más completo de su carrera, el robusto y ecléctico “Pure Soul of Big Maybelle”, en el que incluía canciones pop contemporáneas como “Mellow Mellow”, “Eleanor Rigby” o “Can’t Control Myself”. Esto hizo renacer el interés por ella y si hubiera estado en mejor forma física podría haber sido capaz de instalarse como una diva del soul, pero sus casi 20 años de adicción a la heroína se habían conbrado un enorme tributo físico y no estaba en condiciones de capitalizar este último golpe de suerte. En el transcurso de un año estaba ya semi-retirada, abriéndose paso con otro ocasional y soberbio single, “Keep That Man” / “Mama, He Treats Your Daughter Mean” (1967) y con “Quittin’ Time” (1968), pero sus actuaciones se estaban convirtiendo en trágicos negocios a causa de su aspecto deteriorado y su dependencia de la droga, que eran mucho más llamativos que sus actuaciones.

De acuerdo con todo el mundo, sus años finales es mejor olvidarlos. Murió en Cleveland el 23 de Enero de 1972 pero, francamente, fue una liberación. Tomamos las palabras finales de su amigo y mentor Fred Mendelsohn: «Un amigo común me contó que cuando Maybelle finalmente murió, sus últimas palabras fueron ‘Gracias Señor’. La drogas, en verdad, causaron su deterioror, pero realmente ella fue una víctima. Era una chiquilla y a la vez una gran dama… Fue una cantante superior de blues y podía interpretar una balada capaz de encogerte el corazón.. pero cuando ella cantaba “Candy”, con frecuencia yo no sabía si estaba cantando la letra como se suponía que debía cantarse, o si estaba cantando sobre las drogas…» ¡Qué pérdida tan grande!

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